La Demanda química de oxígeno es un parámetro utilizado de manera global y que indica el contenido orgánico presente en aguas residuales y en el agua natural. Este análisis se utiliza principalmente para el monitoreo de efluentes en plantas de tratamiento y se refiere a la cantidad de oxígeno disuelto presente en la muestra, necesario para oxidar la materia orgánica mediante un agente químico.
Este análisis es el único realizado para medir los residuos industriales en el agua y la rapidez de sus resultados lo hace ideal para caracterizar aguas residuales y su calidad, ya sea de la red domiciliaria o de efluentes industriales. Con este análisis se puede evaluar la carga orgánica directamente en la planta de tratamiento, así como la evaluación de la eficiencia en procesos de tratamiento de aguas, pudiendo así conocer los niveles de contaminación orgánica en recursos hídricos.
Las metodologías para el análisis del agua están estandarizadas a nivel mundial y es en estos parámetros que la Demanda química de oxígeno se determina mediante la oxidación química de los compuestos orgánicos disueltos con dicromato de potasio en una solución de ácido sulfúrico.
La digestión de la muestra se realiza mediante reflujo abierto, el cual es capaz de analizar una amplia gama de desechos en los que se requiera de muestras de mayor tamaño. Este proceso se puede realizar utilizando un Digestor de DQO.
Para cuantificar la Demanda química de oxígeno, existen dos métodos, titulométrico y colorímetro, sin embargo, el proceso de preparación y digestión es el mismo para ambos métodos.
Utilizando el método titulométrico, se pueden analizar muestras con alta turbidez y color residual, sin embargo, el punto final de titulación está poco estandarizado, ya que depende de la percepción visual del operario del laboratorio. Por otro lado, el método con colorímetro debe realizarse en muestras que no posean turbidez ni color, por lo que la muestra debe estar completamente homogénea, pero el resultado es más preciso.
Fuente: Cromtek