La mayoría de los laboratorios realizan una calibración periódica de todos sus instrumentos y la pipeta no es la excepción, tal como lo establecen los protocolos documentados. Ya sea que esto lo realice el personal del laboratorio o los mismos distribuidores de los equipos, esta es una tarea que toma tiempo y es demandante, pero que si no se realiza, los resultados de los ensayos pueden ser cuestionados o debatidos.
La calibración de la Pipeta se realiza por los laboratorios para asegurar que estén funcionando con los parámetros establecidos. De hecho, las pipetas que no son rutinariamente calibradas, pueden producir vastas diferencias en los volúmenes dispensados, con resultados ambiguos e inclusos sets de datos erróneos.
Al considerar cómo realizar mantención a una pipeta en el laboratorio, se debe tener en cuenta primero las necesidades de presupuesto del laboratorio, ya que la mayoría de estos establecimientos utiliza regularmente una gran cantidad de Pipetas y esto puede resultar en altos costos.
Luego de esto, el laboratorio debe determinar si esta calibración se realizará periódicamente por el personal del establecimiento, o una compañía externa, la cual debe estar acreditada de acuerdo a las normas ISO actualizadas y certificadas. Si esto lo realiza el personal interno del laboratorio, puede resultar también en que se noten las discrepancias antes de que puedan transformarse en problemas serios.
La calibración de la Pipeta es comúnmente realizada utilizando procedimientos gravimétricos, debido a su simplicidad, precisión y trazabilidad. En este procedimiento, una alícuota de agua destilada se vierte con la Pipeta en un recipiente y luego se pesa con una balanza analítica. La masa del agua es una constante conocida, pero cómo es afectada por condiciones externas, estas deben ser controladas durante el procedimiento para tener un cálculo exacto. Como sucede con cualquier ensayo de laboratorio, este proceso debe repetirse muchas veces para asegurar resultados reproducibles.
Fuente: Cromtek