Los estudios ambientales cumplen una función muy importante para las políticas de salud pública. La capacidad de detectar y caracterizar sustancias peligrosas en muestras de aire, agua y suelo es el primer paso para mantenerlas por debajo de los límites regulatorios. Es allí donde los laboratorios brindan un apoyo decisivo a las autoridades responsables de tomar medidas frente a las fuentes de contaminación.
La calidad de los resultados depende de múltiples factores. Las muestras deben ser recolectadas y manejadas con cuidado, preparadas para el análisis sin comprometer su integridad, y analizadas utilizando una instrumentación confiable. Además, se necesita un estricto control en el registro de los resultados y en la generación de reportes.
En este trabajo presentamos datos relacionados con un único punto del proceso: la filtración como parte de la preparación de las muestras. Aunque parece un eslabón menor en una larga cadena de pasos, el impacto de contar con el filtro correcto para cada aplicación es fundamental.
La seguridad de que los elementos de filtración no interfieren con la exactitud de los resultados ahorra mucho tiempo y dinero. Los análisis presentados en este estudio contribuyen a una mejor selección de filtros para el análisis de sólidos suspendidos en agua, para la preparación de muestras previa al análisis cromatográfico o colorimétrico, y para el análisis de partículas en el aire.
