Monitorear la conductividad de las aguas subterráneas y superficiales es una tarea esencial para mantener la calidad y seguridad de nuestros recursos hídricos. El monitoreo continuo de la conductividad puede ayudar a identificar tendencias a largo plazo y variaciones estacionales en la calidad del agua, que se utilizan para predecir cambios en la disponibilidad y calidad del agua a lo largo del tiempo. Esto puede ayudar a desarrollar estrategias de gestión eficaces para garantizar la sostenibilidad de nuestros recursos hídricos.
¿Qué es la conductividad del agua?
La conductividad del agua es una medida de qué tan bien una muestra de agua puede transmitir una corriente eléctrica medida en Siemens por metro (S/m). Es un parámetro importante de la calidad del agua que puede proporcionar información sobre la presencia y concentración de varios iones en el agua.
¿Cómo se mide la conductividad en el agua?
Existen varios métodos para medir la conductividad en aguas superficiales y subterráneas, desde muestreo aleatorio hasta sistemas sofisticados. Algunos de los métodos más comunes utilizados incluyen:
- Recolectar muestras de agua en campo y regresar al laboratorio para su análisis.
- Verificación puntual con medidores portátiles sumergiendo una sonda en una masa de agua.
- Monitoreo continuo con un sensor instalado emparejado con un registrador de datos para registrar y transmitir datos.
¿Por qué monitorear la conductividad?
Al recopilar y analizar datos de conductividad del agua, los científicos, ingenieros y administradores de recursos pueden comprender y gestionar mejor el agua. Los datos de conductividad se pueden utilizar para evaluar la calidad del agua para beber y irrigar, para:
- Identificar los tipos de minerales presentes en el agua.
- Monitorear los cambios en el agua a lo largo del tiempo.
- Detectar contaminación de fuentes como escorrentías agrícolas, vertidos industriales y aguas residuales.
¿Qué nos dicen los datos de conductividad del agua?
Los datos de conductividad son fundamentales para los parámetros de calidad del agua derivados de los sólidos disueltos totales (TDS) y la salinidad. Al tomar medidas de conductividad, obtenemos más información sobre la dinámica química única de un sistema de agua. El monitoreo continuo de TDS y niveles de salinidad en aguas subterráneas y superficiales se realiza para diversas aplicaciones.
Intrusión de agua salada
A medida que aumentan el TDS y la salinidad en un sistema, la conductividad también aumenta porque compuestos como la sal disuelta (NaCl) conducen la electricidad. La intrusión de agua salada es un proceso común que puede alterar la calidad del agua en los sistemas acuíferos de agua dulce. La intrusión de agua salada está influenciada por:
- Bombeo de aguas subterráneas en zonas costeras.
- Movimiento del agua a través de canales de drenaje.
- Aumento del nivel del mar como consecuencia del cambio climático.
- Olas de tormenta de huracanes.
Contaminación por escorrentía
La escorrentía de aguas superficiales puede afectar significativamente la calidad del agua subterránea. Contaminantes como fertilizantes, pesticidas y otras sustancias químicas, como la sal para carreteras, pueden penetrar en las fuentes de agua superficial y filtrarse en las aguas subterráneas, lo que provoca la contaminación de los acuíferos. Monitorear la conductividad de las fuentes de agua superficial puede ayudar a identificar fuentes potenciales de contaminación.
En general, el monitoreo continuo de los niveles de conductividad, TDS y salinidad puede ayudar a identificar la intrusión de agua salada, la contaminación de las aguas superficiales y las tendencias a largo plazo en la calidad del agua. Al utilizar esta información, podemos tomar medidas proactivas para mantener la seguridad y la sostenibilidad de nuestro suministro de agua para las generaciones futuras.
Fuente: OTT Hydromet