Recientemente los investigadores han emprendido la tarea de desarrollar múltiples nuevos materiales. Sin embargo, las complejas circunstancias en las que éstos se utilizan exigen una sólida comprensión de diversas reacciones gaseosas a elevadas temperaturas para evaluar su durabilidad y estabilidad térmica.
La termogravimetría es una técnica utilizada para medir el cambio en el peso de una muestra como función de la temperatura y, adicionalmente, es adecuada para proporcionar el grado de avance o reactividad obtenida entre un sólido (ó líquido) y un gas presente en la atmósfera en contacto con la muestra.