En el mercado existen cada vez más productos alimenticios diseñados para el consumo de bebés, en los que la textura resulta importante.
Lo mismo ocurre con alimentos desarrollados para ancianos y personas convalecientes, donde la textura del producto está relacionada con la facilidad o dificultad que implica su ingesta.
Desde este punto de vista, tanto la dureza como la viscosidad de los alimentos son parámetros clave.
En este trabajo presentamos una aplicación para la medición de dureza con el sistema Shimadzu EZ-SX y el software TRAPEZIUM X Texture.