Los filos de las herramientas de corte pueden dañarse por acción mecánica, como el impacto o la abrasión causada por partículas duras, o por acción termoquímica, como la abrasión causada por adhesión, difusión o corrosión, por la fractura causada por ablandamiento o derretimiento, por fatiga térmica, o por craqueo térmico.
La búsqueda constante por desarrollar filos más resistentes para diversas herramientas genera la necesidad analítica de determinar cuantitativamente esta resistencia. Como medio para satisfacerla, se realizó un ensayo de compresión en las proximidades del filo para medir la relación entre la fuerza de corte y la fuerza de desplazamiento aplicada.