El dióxido de carbono, formado durante el proceso de fermentación, es un elemento de vital importancia para garantizar la vida útil y el sabor fresco de la cerveza. El control de calidad durante la producción de bebidas requiere un método rutinario para la determinación rápida y exacta del CO2.
Los procedimientos tradicionales, como la titulación y los métodos manométricos, usualmente requieren mucho tiempo, no son muy selectivos y son difíciles de automatizar.
En colaboración con la cervecería König de Duisburg, Alemania, se desarrolló un nuevo procedimiento para la determinación del contenido de CO2 utilizando un sistema de análisis por TOC.