El premio Nobel en química del año 2010 fue otorgado a Richard F. Heck, Ei-ichi Negishi y Akira Suzuki por sus trabajos en la utilización de catalizadores de paladio para el acoplamiento cruzado en síntesis orgánica.

En la actualidad, este proceso es ampliamente utilizado en la industria, pero debido a la elevada toxicidad del paladio las sustancias orgánicas que se forman en esta reacción deben analizarse para determinar que no queden rastros de paladio residual.

Para la medición de metales preciosos como el paladio se utiliza un espectrofotómetro de absorción atómica, pero esta técnica requiere que la mezcla esté en estado líquido. Es por eso que los compuestos orgánicos sólidos normalmente son descompuestos en una solución acuosa por acción de calentamiento y la intervención de un ácido.

Sin embargo, las muestras sólo diluidas en solventes orgánicos también pueden ser analizadas directamente. En tales casos, las soluciones estándar para la curva de calibración deben prepararse con los mismos solventes orgánicos.

Aquí presentamos ejemplos de análisis de paladio a nivel traza utilizando el método de atomización en horno de grafito con los solventes orgánicos isopropanol y n-metilpirrolidona, ambos altamente compatibles con agua y fáciles de utilizar.