La agencia de la Administración Internacional de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE. UU. Identifica los peligros químicos como una amenaza grave para la cadena alimentaria. La contaminación por metales pesados se encuentra entre los peligros químicos incluidos en las pautas oficiales de la FDA.
La contaminación química puede ocurrir en cualquier etapa de la producción y el procesamiento de alimentos. Los metales pesados (por ejemplo, cadmio, arsénico y mercurio) pueden contaminar los alimentos a través de prácticas agrícolas o el uso de suelo o agua contaminados.
Además, la presencia de metales pesados en equipos, recipientes o utensilios también puede contaminar los alimentos durante el procesamiento.
Para evitar la exposición a metales tóxicos, los laboratorios de control de calidad necesitan instrumentación analítica con resultados fiables y de alta calidad.
Consulte cómo se realizan los análisis en el link que dejamos al final de este post.